Hècate fue
relacionada con varios animales, tanto si era personificada en su forma triple,
como de forma única. Se la representaba con la cabeza de serpiente, león,
caballo y quizás la más popular: de perro, incluso al punto de ser llamada “La
Perra”. En Tracia su manifestación era un perro, y los griegos y romanos
advertían que su cercanía era anunciada por aullidos o ladridos de éste animal, animal con el que tambièn se
asociaba a la Diosa Diana, conocida de igual forma como una Diosa de la
“hechicería”.
Cual era el papel del perro y porque se lo relacionaba con Hécate? En varios
pueblos y culturas los cadáveres eran dejado a los buitres y perros para ser
devorados por ellos y ser liberados así de este mundo. . Asi lo dice Ana Silvya
Caracic en su escrito “El imaginario de la Luna y la muerte a traves del
tiempo” (lll):
Entre los escandinavos, el fuego que destruye los cadáveres es visto como un
devorador y se lo llama “lobo”, “perro”. ¿Es casualidad que Odín alimente a sus
perros Geri y Freki, cuyos nombres significan el “voraz” y el “devorador” con
los cadáveres de los héroes caídos en batalla. Vogules y ostyakos ven al
demonio de la muerte bajo la forma de perro. En Kamchatka hay un dicho: La
forma más segura de llegar al paraíso es la de ser devorado por bellos perros.
Aquí, el acto de ser devorado por un animal representa la imagen de la muerte,
no el animal sino el acto.
En India, el dios Prajapati creó la muerte como el “devorador”.
Mencioné que todo dependía del contexto geográfico y cultural, vean que la imagen
del devorador en África es la hiena, ella cumple esa función. Entre los dinkas
y los nuer, es la hiena la que corta la cuerda que antes ataba el cielo y la
tierra, y por la que trepaban los ancianos para volver después a descender, ya
rejuvenecidos.
Entre los indios de Norteamérica la función recae en el coyote y en el lobo.
Son concebidos como poderes hostiles que amenazan la vida. Vean que a pesar de
la lejanía con los escandinavos, en el mito de los indios luisenos del sur de
California, hay elementos que podrían compararse con los europeos nórdicos.
Dicen que las gentes primitivas contaban que al morir al Luna, que vivía en la
tierra y no en el cielo, mandaron al coyote a buscar fuego. Durante su
ausencia, la mosca azul encendió una llama en la cual fue arrojada Ouiot, la
Luna. Apareció el coyote, se arrojó sobre Ouiot, le arrancó el corazón y lo
devoró. Después de esto, Ouiot apareció en el cielo. Vean aquí que el coyote es
un devorador, un adversario que amenaza la luz y la vida; pero la otra vertiente
simbólica nos dice que por ese acto, aunque devoró el corazón de la Luna, la
ayudó, sin querer, a subir al cielo y convertirse en la luz nocturna que los
hombres necesitaban. Este es al mismo tiempo un mito etiológico, o sea que
explica causas. Vean también que la muerte está asociada a la luna.
Aunque el monstruo devorador es custodio de las puertas del Otro Mundo, el
hombre lo proyectó como imagen de la muerte misma. Es el devorador de la vida,
el que la arranca. Hay completo acuerdo en afirmar que la realidad última en
esta vida terrena es la muerte.” “….Y por supuesto, tenemos en el área
germánica la cacería salvaje, que no es otra cosa que la caza de la hueste de
los muertos bajo forma de perros negros, lo que trae a colación el temor que
genera en la gente el escuchar los aullidos de los perros de la muerte. Este
tema de la Caza Salvaje es persistente en Europa.”
Los perros son vistos como guias de los espíritus al “otro mundo”, sin duda,
éste es el aspecto de Hécate que se reflejaba al tener al perro como
acompañante e incluso como una personificación de sí misma, esto se confirma al
ver otro animal con el que era asociada: La serpiente, que personifica la
muerte y renacimiento y es un símbolo de transformación; la Amanta que
significa “sin fin” , la muerte y renacimiento unidas en un único ciclo vital.
Tal vez parezca muy agresiva la imagen del perro devorador, pero debe verse
bajo la forma del “agente transformador”: El perro devora y aquello que fue
devorado es irremediablemente cambiado, transformado. El mensaje sería que el
custodio de las puertas al otro mundo también es el encargado de trasformar, y
no es acaso la muerte la transformación mas definitiva?.
El caballo a su vez es visto como el “transporte” al más allá, éste animal es
también mencionado en la leyenda de la Caza Salvaje, que dice que el hombre
encapuchado viene galopando en busca de personas que llevarse al otro mundo.
Así en estos animales vemos al trasporte, a los guardianes del otro mundo y al
agente transformador que es la muerte, y la conjunción de todos ellos en forma
de serpiente: la regeneración.
Si recordamos a Hécate como una Diosa- Madre, Cetónica, la Tierra, y la
destructora por excelencia, es la que nos conduce y nos transforma, de muerte a
vida, de vida a muerte Y es de esta forma en que se establece su relación con
la luna, por ser ésta directamente relacionada con los ciclos,
nacimiento-crecimiento-muerte-renacimiento.
Y aquì es dònde aparece quizás la relaciòn de Hécate con el Leon: En la Isla de
Semotracia, en Tracia, existia uno de los principales santuarios prehelenicos.
Construido al oeste de las murallas de la ciudad de Semotracia, fue reconocido
en la época clásica por su culto mistérico. La identidad y la naturaleza del
panteón de Los Grandes Dioses resulta enigmatico, el conjunto de Dioses era
llamado o simplemente “Grandes Dioses”. Era un conjunto de Dioses
Cetónicos que estaban agrupados alrededor de una Gran Diosa Madre, la que era
representada en las monedas de Semotracia, sentada y con un león al costado.